Conversando con un amigo, él predecía una explosión demográfica para la ciudad de Neuquén que, en 20 años, la convertiría en la segunda ciudad del país como resultado del desarrollo de su horizonte hidrocarburífero. A partir de ese pronóstico comencé a unir y conjugar distintos datos que eran de mi conocimiento.
Sobre “Vaca Muerta” se han perforado 200 pozos aproximadamente y se ha producido en la ciudad y la provincia un impacto económico que se percibe a simple vista. En tanto en “Eagle Ford”, una formación geológica similar en los EEUU, en los últimos 8 años se perforaron 5000 pozos no convencionales. Si hacemos un ejercicio de imaginación, cuando nuestro país supere su crisis económica y recupere la confianza de los inversores, Neuquén será protagonista de un “boom” que hace que aquella predicción sea creíble.
Frente a esto cualquiera puede entusiasmarse y embarcarse en este sueño, en la “utopía del shale”. Pero hay que poner los pies sobre la tierra y determinar cuál es el punto del cual partimos y, la realidad nos hace reflexionar. Sabemos o al menos percibimos que quienes vivimos en Neuquén tenemos dificultades para ejercer en plenitud derechos consagrados en la constitución y las leyes, me refiero a los problemas en materia de educación, salud, vivienda y seguridad, entre otros. Ni hablar de las limitaciones que padecen las 9000 familias que viven en asentamiento irregulares en la ciudades de Neuquén, Centenario, Vista Alegre y Plottier (según el relevamiento de asentamientos informales 2013 de la Organización TECHO).
De acuerdo a la situación económica de la provincia podemos afirmar que se está lejos de poder enfrentar con solvencia las inversiones que son necesarias para dar respuesta a esta situación y por deducción, más difícil aún será enfrentar el escenario que aquí planteo, y que de no actuar razonablemente, con planificación y previsión necesaria, multiplicará inexorablemente nuestros padecimientos.
Hoy estamos debatiendo un nuevo marco jurídico en hidrocarburos. Sabemos que el debate es transaccional y que tanto la nación como nuestra provincia necesitan encontrar un punto de encuentro. Se debe establecer una participación mayor en la renta, pero también sentar las bases para la sanción de un régimen de coparticipación federal que garantice una mayor participación en el reparto de los recursos fiscales nacionales.
Nuestra ciudad cumple 110 años y merece un futuro venturoso, por lo cual, es nuestra obligación como dirigentes, como políticos, como ciudadanos, actuar con racionalidad, despojados de intereses personales o sectoriales, poniendo por encima de todo a nuestra comunidad, pero no como entelequia sino como la representación del hombre y la mujer plural que comparten nuestros mejores sueños y esperanzas. El mejor homenaje para con Neuquén es asumir este compromiso.
Raúl Carbajal
De acuerdo Alejandro, pero hay otro punto que no podemos soslayar, cual es la contaminación que de hecho va a producir el shale de nuestras aguas, mucho mayor que la explotación convencional y ni hablar de la fractura de las placas terrestres, con la posibilidad de tener mayores movimientos sísmicos, creemos tener la vaca atada, tengo mis dudas que este progreso a corto plazo no sea demasiado gravoso para la futuras generaciones de neuquinos.